Queridas familias:
Esperamos que todo vaya genial y nuestra ausencia sea llevadera. Como veis en las fotos, nosotros aquí estamos fenomenal. Quería haceros llegar noticias de lo que hemos estado haciendo durante estos primeros días, seguro que así las imágenes que estáis viendo en la galería de imágenes toman mucho más sentido.
Empezaremos por el vuelo. Aunque salimos con retraso, aprovechamos la circunstancia para conocernos en el aeropuerto e ir creando equipo. Ya en el avión, cada uno en su asiento con su tablet, su mantita y almohadita pasamos las nueve horas viendo pelis, jugando a videojuegos, charlando y por supuesto, también durmiendo, porque fue una jornada intensa.

Ya en Canadá tras recoger nuestro equipaje, pasamos por el control de pasaportes y nos encontramos con Glen y Laura, compañeros de la escuela canadiense que nos dieron la bienvenida y nos hicieron entrega de nuestros abonos de transporte y archivadores para el curso. Ya en las eficientes manos de Julie (la transfer de la escuela) con su flota de coches, nos dejaron a cada uno en su host family. Llegamos justo a tiempo para cenar, ducharnos e ir a descansar para acostumbrarnos lo antes posible al nuevo horario. ¡Completamos el día agotados!
El Sábado por la mañana quedamos directamente en la puerta de la escuela. No teníamos clase, pero lo primero es lo primero y había que hacer el recorrido desde cada casa hasta nuestro lugar de aprendizaje para calcular tiempos y familiarizarnos con paradas, buses y el TTC (Toronto Transit Company). Como somos unos cracks, llegamos muy bien al punto de encuentro.

Emprendimos marcha hacia Dundas Square, la plaza más conocida de Toronto, rodeada de rascacielos y pantallas publicitarias enormes que está presidida por el Eaton Centre, un gigantesco centro comercial (para que os hagáis una idea: tiene dos paradas de metro) en el que hicimos nuestras primeras compras básicas: champú, gel, trajeta SIM y algún souvenir de Toronto… Porque nos gusta estar limpios, frescos y comunicados :D Aquí descubrimos un ascensor algo peculiar que nos dio para muchas risas y un par de viajes.
Del Eaton Centre nos fuimos caminando a la Nathan Philip Square, lugar donde se encuentra el moderno ayuntamiento de Toronto y cuyo letrero con el nombre de la ciudad es inconfundible. Como veis es una plaza muy moderna en contraste, junto al antiguo ayuntamiento, de color rojizo y blanco y adornado con gárgolas que también podéis ver en la galería de imágenes. Por último, cogimos el metro hasta la parada del museo y pasamos un rato más en Queen’s Park, una zona verde y arbolada en el corazón de Toronto en la que nos relajamos un rato antes de volver a las casas.

Aunque domingo nos salió lluvioso, el ritmo no para. Nos fuimos a St. Lawrence’s Market, al sur de la ciudad, donde puedes encontrar de todo: desde marisco en tanques de agua hasta quesos de importación o dulces traídos de todo el mundo. Es el lugar perfecto para pasar la mañana entre el bullicio y los olores de la comida sin mojarnos, comer y curiosear. Elena y Ainhoa aprovecharon para pintarse en la cara una simpática bandera de Canadá para celebrar el día de la nación. De vuelta al TTC nos hicimos algunas fotos más junto a una fuente muy divertida adornada con esculturas de perretes y también frente a un trampantojo muy característico de ese barrio. Para acabar el día, ¿qué hay mejor que una peli? Nos fuimos al cine a ver una peli de miedo que nos dio bastante risa.

El lunes era festivo porque Canada’s Day había caído en sábado y aunque también amaneció lloviendo, pero en cuanto salió el sol estábamos dirigiéndonos hacia Christie’s Pits, un parque en el que comimos y pasamos un rato muy divertido aprovechando el primer día de verano desde que llegamos. Chistie’s Pits es una zona verde con columpios, fuentes adaptadas para que los peques se bañen y canchas de basket, campo de fútbol, etc. Está sItuado en Korea Town, un barrio relativamente nuevo de Toronto en el que la cultura K-pop, koreana y manga están muy presentes. Es el barrio más joven de la ciudad y esconde sorpresas y curiosidades en cada esquina. Una de ellas es el «Poop Cafe»´, en el que los asientos son retretes y la decoracón es… diferente XD. Nos tomamos unos tés fresquitos, gofres con chocolate, batidos, todos con el toque particular de la casa. Por último, nos dirigimos al Harbour Front donde vimos ya la CN Tower (que visitaremos el próximo lunes) y los Tiki-Taxis, pequeñas embarcaciones para turistas.

El Martes fue nuestro primer día en la escuela. Nos recibieron a las 13h para hacernos un tour de orientación por la escuela y explicarnos las normas de comportamiento, los objetivos del curso y otros detalles sobre nuestra estancia. Además hicimos un test informal de speaking para saber cuál es nuestro nivel y confeccionar nuestro horario. Tras un snack de bienvenida nos volvimos a colgar las mochilas y fuimos, ya con gente de otros países, hacia Yorkville, un lujoso barrio en el centro de Toronto en el que se encuentran las tiendas más exclusivas y por el que desfilan cochazos que nos dejaron con la boca abierta. Mientras paseamos, Akari nos envió nuestros horarios y descubrimos con alegría que estábamos en los cursos más avanzados y no teníamos que estar en la escuela a primera hora, pudiendo salir de casa sobre las 8.45 cada día.

El miércoles ya comenzamos con el horario de clases normalizado. Tenemos tres clases por la mañana, dos de ellas dedicadas a habilidades comunicativas en las que nos hacen hablar mucho y sobre temas muy variados para que vayamos desarrollando nuestra seguridad a la hora de expresarnos, pero también para mejorar nuestra pronunciación. Se trata de un curso enfocado tanto al desarrollo lingüístico como cultural que nos permitirá ser más conscientes de las diferencias en los ámbitos académicos y laborales de países de habla inglesa. Las clases son variadas y dinámicas y en ellas hay estudiantes de diversas nacionalidades con quienes intercambiamos ideas, opiniones e información en un ambiente de trabajo y escucha.
Después de las clases nos fuimos a Woodbine Beach. Aunque el plan inicial era ir a las 18h. a la AGO, finalmente optamos por irnos al lago porque hay una alerta por las elevadas temperaturas y queremos estar al fresco. ¿Qué puede haber mejor que un baño? En Woodbine Beach encontramos un espacio junto al lago en el que jugar al volley, al fútbol, bañarnos y conocer a los estudiantes de otras nacionalidades que tenemos de compañeros en la escuela. Además aprovechamos para hacernos trenzas y contarnos nuestras cosas. Ayer pasamos una tarde estupenda junto al Ontario Lake disfrutando de la buena temperatura y practicando el idioma.

Hoy jueves nos vamos al ROM, Royal Ontario Museum, y os mandaremos fotitos muy pronto.
Os enviamos un abrazo y, aunque os echamos de menos, lo cierto es que estamos teniendo una experiencia inmejorable.
Pronto más noticias desde Toronto, con amor ;D
Todas las fotos de Toronto 2023 en este enlace.



