¡Hola familias!
Hemos tenido una semana increíble en Bray, llena de actividades y aventuras.
Nos vemos obligados a empezar hablando de nuestra fascinante visita al Castillo de Kilkenny. Este impresionante castillo, construido en el siglo XII, es una de las fortalezas más importantes de Irlanda. Los chicos disfrutaron explorando sus torres, salones y jardines. El guía nos contó historias fascinantes sobre la historia del castillo y sus antiguos residentes como la de Gearóid Mór, octavo conde de Kildare del siglo XV. Conocido por ser un hombre ambicioso y poderoso, era temido y respetado por su carácter autoritario y a veces cruel. Desde el castillo manejaba sus asuntos políticos y gobernaba con mano firme. La leyenda cuenta que tenía poderes mágicos que le permitían transformarse en un enorme gato negro cuando quería moverse furtivamente por los pasillos del castillo sin ser visto. Además de las leyendas y el castillo, el recorrido por sus jardines fue una delicia, lleno de flores y árboles.
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El lunes, disfrutamos de una desafiante pero gratificante caminata al monte Bray Head, lo que nos permitió comenzar la semana con energía. El sendero serpenteaba a través de un hermoso paisaje de colinas verdes y acantilados que se elevaban sobre el mar. El ascenso fue un reto físico, pero los chicos se animaron mutuamente y se sintieron tremendamente orgullosos cuando finalmente alcanzaron la cima. Desde allí, pudieron apreciar todo el esplendor del mar de Irlanda y la costa de Bray. La vista era simplemente impresionante, con las olas rompiendo contra los acantilados y el horizonte lejano perdiéndose en la inmensidad del mar.
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Alguna tarde hemos sacado tiempo para acercarnos a Dublín y descubrir sus calles, terminando el tour en Grafton Street, una de las calles comerciales más famosas de la ciudad llena de artistas callejeros y tiendas.
El sábado también tuvimos una cena especial en el seafront de Bray. Nos reunimos todos para disfrutar de una deliciosa comida frente al mar. Fue una noche muy agradable, llena de risas y buenos momentos. Los chicos disfrutaron de la brisa marina. La vista del atardecer sobre el mar fue el cierre perfecto para una semana fantástica.
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Además de estas excursiones, los chicos han seguido asistiendo a sus clases de inglés y participando en actividades culturales. Están cada vez más adaptados a la vida en Irlanda y aprovechando al máximo la oportunidad de practicar su inglés.
Nos sentimos muy afortunados de estar viviendo esta experiencia juntos, tenemos que exprimir al máximo esta última semana.
¡Hasta la próxima familias!
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Podéis seguir nuestras fotos y vídeos de viaje en este enlace.
