¡Hola de nuevo a todos los padres!
Aquí traigo noticias nuevas sobre vuestros bichillos. Cabe decir que, para bien o para mal, ésta semana pasada ha sido una de las más intensas para todos.

La semana pasada empezó con una actividad relajada, ya que todos mis niños estaban bastante cansados (no podéis imaginar lo frenética que es nuestra actividad aquí). La actividad consistió en dar un paseo por el mercado de Ottawa, un lugar bastante singular por la cantidad de comercios al aire libre que hay. Después nos deleitamos probando lo que los canadienses llaman “Beaver Tail” (literalmente traducido: “cola de castor”). Es una especie de bollería típica canadiense con forma rectangular sobre la cual se pueden poner diferentes tipos de ingredientes, desde canela y azúcar, hasta chocolate y trocitos de plátano. La masa recuerda a la de los buñuelos, pero es mucho más fina y algo crujiente. En definitiva, una auténtica delicia. Como imaginaréis, los chavales se volvieron locos con ellos. De hecho, algunos de nosotros incluso volvimos días después para repetir. :D
Después, algunos nos quedamos en un parque para practicar nuestra actividad favorita (parlotear), mientras los demás hacían algunas compras en nuestro ya conocidísimo “Rideau Centre”.
El martes fuimos al Museo de Ciencia y Tecnología. Los chavales refunfuñaron un poco al principio, pero acabaron disfrutando bastante de él, ya que hay cosas de lo más curiosas y es un museo bastante interactivo. Y es que no todo en esta vida puede ser disfrutar, también está bien que adquieran un poquito de cultura. ;)

El miércoles llegó al fin la ansiada discoteca que tanto anhelaban. Como era de esperar, algunos se me desmadraron un poquillo y tuve que darles un toque de atención, pero no fue necesario ponerme demasiado dura (son unos chicos maravillosos), así que se lo pasaron bomba. Mis chicas se pusieron divinas y se pasaron toda la noche bailando como locas. Como era previsible, la mayoría de los chicos prefirieron observar desde las zonas oscuras, pero el chollo les duró poco tiempo, ya que las chicas no tardaron en obligarlos a salir a bailar. :D
El jueves, aunque en un principio estaba previsto ir a la playa a jugar al voleibol, nuestros chicos decidieron cambiar los planes. Deportistas y competitivos como sólo ellos saben ser, decidieron retar a un partido de fútbol a sus compañeros de Colombia y Arabia Saudí, mientras las chicas coreaban desde los laterales. Una vez más, demostramos que la calidad del fútbol español es de las mejores del mundo, ganando los dos partidos y dejando el pabellón BIEN alto. :D

El viernes tuvimos una actividad que algunos temieron tanto como otros amaron: un paseo a caballo. Hay que reconocer que todos pasamos un pelín de miedo al principio, cuando debíamos sujetar las riendas por debajo de la boca de aquellos ENORMES caballos que no hacían más que sacudir la cabeza para espantar a los bichos. Pero, una vez encima de ellos, el miedo se esfumó. Mis chavales disfrutaron como enanos (especialmente aquellos que nunca habían montado antes), e incluso algunos se atrevieron a llevar a sus caballos al trote. Fue un paseo muy agradable, aunque también es cierto que acabamos con más de un arañazo porque aquellos condenados bichos se empeñaban en restregarnos por los troncos de los árboles que había cerca.
Y por fin llegamos a la actividad estrella: el fin de semana en Toronto. El viaje fue largo y algo pesado (no debemos olvidar que son como unas 5 horas de autobús), pero creo que todos se llevaron un recuerdo estupendo. Nada más llegar, visitamos la CN Tower (sí, esa torre desde la que se ve “torontontero”), pero no tardamos en partir hacia Niágara, que era lo que todos ansiábamos visitar.
Nada más llegar a Niágara, hicieron el “Maid of the Myst”, un tour en barco que pasa muy cerquita de las cataratas. Después, empapados hasta las cejas (lo cual se agradeció, dado el calor que hacía) y alucinados por la grandiosidad de las cataratas, partimos hacia el hotel, donde hicimos el reparto de las habitaciones.

A petición de mis niños, después nos fuimos todos a cenar al Burger King y dimos un paseo por ese pequeño “Las Vegas” que es Niágara. Todos alucinaron con el vibrante ambiente que se respira en esa ciudad y se maravillaron con las vistas de las cataratas de noche, sobre las que proyectan luces de colores. Intentamos visitar un casino cercano que nos llamó la atención porque la mayoría de ellos nunca había visto uno por dentro, pero cuando vimos que había tres limusinas en la puerta, nos dimos cuenta de que no íbamos correctamente ataviados, así que desistimos de siquiera intentar entrar.
Decir que, cuando llegamos a las habitaciones, ninguno de ellos quería irse a la cama, lo cual es bastante comprensible. Se mezclaron con los alumnos de Guadalupe que nos acompañaron y, tan animada fue la charla que mantenían, que incluso despertaron (y enfadaron) a nuestra coordinadora de actividades. Tras un pequeño toque de atención, la reunión se hizo algo más silenciosa, ya que se limitaron a ver una película bien calladitos. Sorprendentemente, antes de las 3 de la mañana ya estaban todos aburridos, así que se fueron a dormir (y eso que su intención era pernoctar toda la noche :P).

El domingo tuvimos otra de las actividades estrella: “Canada’s Wonderland”. Es un inmenso parque de atracciones plagado de montañas rusas. Ya podéis imaginar que disfrutaron como enanos. Incluso algunos de los niños que tienen un poco de miedo a este tipo de atracciones, se atrevieron a montar en un par de ellas y se sintieron increíblemente orgullosos de sí mismos por ello. Cabe decir que yo también. :D
Allá a las 5 de la tarde volvimos a emprender marcha hacia Ottawa, trayecto durante el cual la mayoría de mis angelitos se quedó durmiendo.
Y en esto ha consistido básicamente nuestra semana pasada. Como ya sabéis, no voy a desvelar nada de ésta todavía, así que, una vez más, tendréis que esperar hasta el próximo artículo para saber más de mis bichillos traviesos. ;)
Con todo, sabed que cada día que pasa, nos lo pasamos mejor, y más ahora que hemos tenido una nueva incorporación al grupo. Espero que todos estéis teniendo un fantástico verano y que nos os preocupéis por vuestros chavales: os garantizo que están en buenas manos. :D
¡Muchos besos para todos!
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