
Ya hemos pasado el ecuador del curso y esto se nota tanto en el cansancio como en los ánimos. En el cansancio porque entre las clases diarias de inglés y las actividades de aventura no paramos quietos ni un minuto, y en el ánimo porque ya sabemos que el final de esta Viaje ya está cerca, así que estamos como locos aprovechando hasta mínimo segundo.
Hoy, viernes 8 de julio, hemos desayunado, hemos tenido clase de inglés y nos hemos ido a comer de primero ensalada de pasta, de segundo pollo con tomate y patatas fritas y de postre sandía.
Por la tarde cogimos las furgonetas y nos fuimos a la presa en la que estuvimos ayer. Cuando llegamos, preparamos nuestro equipo para realizar piragüismo. Utilizamos canoas para dos personas y, una vez que nos enseñaron a remar, nos introdujimos en el agua. Ésta estaba tan limpia, que daban más ganas de bañarse que de practicar piragüismo. Alguno que otro comprendió que el agua del río no es salada y que, por lo tanto, es mucho más complicado flotar en ella.
Los chavales se lo pasaron bomba haciendo competiciones y chocando unas canoas contra otra. La verdad es que era una imagen muy bonita la de 10 canoas moviéndose al unísono.
Después de sudar y cansarnos nos pegamos un chapuzón y, cuando ya nos habíamos secado un poquillo, volvimos al campamento a arreglarnos para la cena.
Cuando cogimos fuerzas con la cena (tortilla francesa con atún, chuletas de cerdo rebozadas con patatas fritas y yogur) nos pusimos a ensayar los espectáculos que teníamos preparados para esa noche, ya que la actividad que íbamos a realizar era Show de talentos. Andrea se encargó de dirigir la velada y los chicos y chicas fueron mostrándonos cuáles eran sus dotes artísticos. Los mayores, por tema de vergüenza, prepararon un baile junto a Vicky, su profesora, y los pequeños, organizados por su profesor, Gareth, nos deleitaron con sus canciones y chistes en inglés además de darnos un avance de lo que se está convirtiendo en el periódico del campamento. La verdad es que los chicos se lo pasaron genial y a mí se me caía la baba al verlos con unas actuaciones muy bien preparadas y que desarrollaron en inglés.
Cuando acabamos nuestro fantástico Show dejamos la música puesta para bailar un ratillo y a las 12 de la noche los mandamos a dormir para así, nosotros poder, descansar también.



