El verano queda ya lejos, y al comenzar el nuevo curso con las pilas totalmente cargadas, surge la gran pregunta cuando alguien saca en la reunión del departamento el tema del viaje escolar. ¿Repetimos destino o probamos en otro por ver lugares diferentes? ¿Conseguiremos que este curso se apunten suficientes alumnos para que los de arriba den el visto bueno a la actividad?

Hay tantas agencias que lo organizan, destinos, escuelas, etc, que puede ser algo apabullante para el valiente profesor/a lleno de ilusión que decide encargarse de su organización mientras realiza por supuesto su trabajo diario.
El primer paso es el más importante, éste sería algo así como “Vamos a pensar en 10 minutos qué necesita nuestro grupo este curso”. Una vez dado este paso, ya va todo como la seda y si además una buena agencia se encarga de todo (insisto, todo, sin sorpresas), miel sobre hojuelas.
Hay tres elementos clave que definen el perfil de cada grupo, importantísimo a la hora de decidir destino o tipo de programa: la edad de los alumnos (el más importante), la fecha del viaje (determinante sobre todo en el precio incluso del vuelo, pero también en las actividades, la afluencia de otros grupos, etc) y el tamaño del grupo o número total de participantes.
Por ejemplo y por si os sirve de ayuda, si sois un colegio de primaria y este curso queréis viajar, porque no sólo dais importancia al aprendizaje del idioma extranjero, sino que además lo queréis aprender en vivo y en directo, y sumergiros en la cultura del país, tenéis dos grandes opciones: o bien alojaros todos juntos en una buena residencia con clases y actividades incluso tras la cena, con pensión completa y supervisión 24h; o bien podéis optar por el alojamiento en familias por parejas, pero siempre en lugares que no requieran el uso de transporte público, pequeños, seguros y adecuados al perfil del grupo (los elementos clave que nombraba antes). Yo propondría Exmouth o Torquay en la Riviera Inglesa, Kanturk al sur de Irlanda o Kilkenny en el corazón de la isla esmeralda, por ejemplo.

Otra opción muy interesante si se trata de la primera experiencia como inmersión en inglés, o si los alumnos son muy jovencitos, es un campamento con divertidas clases y actividades en inglés, pero sin salir de nuestro país.
Si por el contrario se trata de un grupo de adolescentes de secundaria, les van a interesar mucho más las ciudades grandes y muchos de ellos están ya acostumbrados al uso de transporte público, es el momento de escoger lugares de tamaño medio, con actividades y excursiones que despierten su interés por el idioma y adecuadas a su edad. ¿Qué tal Liverpool, Bury con excursión a Londres y Cambridge, Oxford, Manchester…?.
Las opciones son muchísimas, incluso en países de habla no inglesa como Alemania o Francia, o en Malta si queréis aprender inglés al sol y rodeados de interesante patrimonio.

Es una labor muy ilusionante como profesor de idiomas organizar este tipo de viajes, porque incluyen una vertiente didáctica que otros viajes fin de curso no tienen, y aportan además el convivir con personas de otras culturas, probar su gastronomía y visitar los rincones más emblemáticos de la zona.
No lo dudes y da el paso de incluir esta divertida actividad en vuestro programa este curso, repetiréis seguro.



