La última semana ya ha llegado. Sé que estaréis deseosos de ver a vuestros chicos. A estas horas mañana, (Escribo estas líneas Domingo 22) ya los tendréis en casa. Ellos también tienen ganas de veros y reunirse con vosotros, pero hay que entender que para “nosotros” va a ser muy triste tener que dejar atrás a tanta gente maravillosa como la que hemos encontrado aquí.
Incluso para mi resulta raro tener que decirles adiós, porque, nunca me cansaré de repetir, tenéis unos hijos increíbles. Todos y cada uno de ellos ha sido una parte fundamental de este viaje, y sin ellos os aseguro que no habría sido lo mismo. Os felicito, y por favor, sentiros orgullosos porque son educadísimos, encantadores y de una calidez humana difícil de encontrar hoy en día. Creerme cuando os digo que ha sido un absoluto placer, ser la “team leader” en este viaje. Me llevo a gente, momentos y recuerdos que puedo decir, no olvidaré nunca.
Bueno que no me quiero poner sentimental. Esta semana empezó con la llegada de estudiantes de un montón de países diferentes. Los grupos en las clases, se reorganizaron para distribuirlos y tener variedad de nacionalidades. Los comentarios de los profesores han seguido siendo excelentes hasta el último momento. Incluso los monitores resaltan lo fácil que ha sido trabajar con ellos, por el respeto y la atención que han mostrado en todo momento. El grupo de Top School ha tenido una mención especial en todas las reuniones que he tenido. Todo el staff se lo ha pasado genial con nosotros, y nosotros con ellos.
El lunes empezó con una marcha por la playa de Oddiecombe, después de las clases. Aunque fue una lástima, porque tuvimos el típico tiempo inglés. De repente llovía y luego salía el sol. Todos disfrutamos de un estupendo helado en una de las calas, a la cual accedimos por funicular. Algunos chicos estuvieron jugando, otros explorando la zona y otros simplemente deleitándose de las vistas, porque creerme, es un sitio en el que se respira paz y tranquilidad, un rinconcito con mucho FLOW.
Martes y miércoles también estuvo nublado, afortunadamente no llego a llover y para ser honestos, había momentos que incluso hacía calor. Un día fuimos a una piscina de olas donde había un tobogán por el cual los chicos se podían tirar. Se lo pasaron genial haciendo carreras entre ellos y saltando las olas.
Más tarde tuvieron tiempo de irse a cambiar, cenar y ponerse sus mejores galas para ir a la disco con el resto de compañeros. Terminamos todos exhaustos de tanto salto y baile. Hubo momentos geniales incluso con los monitores.
Jueves hubo “gyncana” por las calles de Torquay y más tarde tuvieron libre, para que pudieran hacer sus últimas compras. Pero el día anterior fue una de las mejores actividades de esta semana. Desde el puerto de la ciudad, cogimos un ferri que nos llevó por toda la espectacular costa hasta Brixham, un pueblecito pirata muy característico de la zona. Al llegar, subimos a la parte más alta, llamada Berry Head donde había unas vistas impresionantes. Los chicos sacaron unas fotos buenísimas del lugar. También tuvimos suerte de ver algunos delfines nadando por allí. Fue muy divertido. Además que toda la costa de Torbay es bárbara.
Pero como actividad de 10, el surf en Cornwall que hicimos sábado. La verdad que tuvimos que madrugar un poco, puesto que la playa se encontraba a más de dos horas de Torquay. Sin embargo, las protestas iniciales desaparecieron cuando llegamos. La playa con esas olas, era magnifica.
Todos nos pusimos los neoprenos y cogimos la tabla rápidamente para poder empezar a surfear. Tras la explicación de los instructores, nos metimos al agua, y alguno con más o menos suerte consiguieron subirse a la tabla y disfrutar de la experiencia. Mirar si lo pasamos bien que a todos se nos hizo corto. Pensábamos que llevábamos 30 minutos dentro del agua cuando nos dijeron de salir y resulta que llevábamos ¡¡¡¡ 2 horas !!!!. Todos salieron diciendo que volverían a repetir. Más tarde pudimos pasear por las calles del pueblo, el cual tenía un toque surfero y bohemio que lo hacía muy especial.
Esa misma noche, para que todos pudieran despedirse, quedamos con el resto de los compañeros, y cada uno se compró comida para llevar y en el parque que hay bajo la noria, cada uno disfrutaba de su cena mientras charlábamos y nos echábamos unas risas.
De verdad que este verano, Torquay 2018, ha sido una experiencia muy enriquecedora e inolvidable para todos. Las amistades y los momentos que hemos vivido aquí, las guardaremos para toda la vida. Por mi parte, darles muchas gracias a los chicos por aguantarme y haberme facilitado el trabajo, por todo lo que me han dado y he aprendido de ellos. Les deseo a todos lo mejor para el futuro porque se lo merecen.
Con todo mi cariño……. Colorín colorado, ………. este viaje se ha acabado.
Paula Molina.
(Team leader)
