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Curso en Bray 2018

¡Estimados papis y mamis!

Me entristece escribiros este diario ya desde tierras españolas, después de lo muchísimo que he disfrutado con todos vuestros hijos. ¡Cuántas cosas han pasado desde la última vez que os escribí!

Nos quedamos la semana pasada en la fantástica noche de disco. Pues, al día siguiente (jueves), tuvieron una actividad todos juntos ante la que empezaron refunfuñando y después disfrutaron tanto que me pidieron quedarse un rato más. ¡El Irish Dancing! Cómo no, la clase de danza irlandesa comenzó con muchas vergüenzas y timideces, y con muy pocos niños queriendo participar. Pero, afortunadamente, la profesora que impartía la clase no iba a permitir ningún tipo de abstención y, uno a uno, fue obligándolos a todos a salir a la pista de baile.

Irish Dancing, Karaoke y una Coronación 1

¡Y menos mal! Porque resultó ser de las actividades más divertidas y con la que mejor se lo pasaron. Al ritmo de «in two three, one two three, back two three, one two three… Chaaaaange places!» fueron bailoteando y desfilando a través de la pista, cambiando posiciones sin parar, lo que les permitió romper el hielo con los chavales de otros grupos de la escuela. Tan bien se lo pasaron, que cuando el encargado de las actividades vino a preguntarnos si queríamos irnos a casa o si les apetecía hacer uno o dos bailes más, mis niños, entusiastas, decidieron que ¡bailar más!

Curso de inglés en Bray 2018

El viernes después de las clases, un grupito jugó al billar, otro hizo un tour por Dublín, otro visitó los magníficos jardines de Powerscourt y otro fue al cine a ver Jurassic World. Pero, después de la cena, todos se reunieron para ¡cantar en el karaoke!

Irish Dancing, Karaoke y una Coronación 2

De más está decir que fue absolutamente imposible sacar a los chicos a cantar, pero las chicas fueron muy valientes y salieron juntas a cantar un par de canciones. Y, para acabar la velada con alegría, todas bailaron la macarena antes de irnos.

El sábado llegó y, con él, la excursión de día completo. Fuimos a Dundrum, un pueblo cercano, y empezamos la mañana con una sesión de divertido mini golf. Repartidos en grupos de 5/6 alumnos, todos sacaron su lado más competitivo para batir a sus compañeros en aquel circuito con aspecto de jungla.

Irish Dancing, Karaoke y una Coronación 3

Después, los soltamos en el descomunal centro comercial de Dundrum, donde pudieron sacar su lado más consumista. Aunque, en defensa de mis pequeños angelitos, diré que fueron muy comedidos y no hicieron grandes desembolsos de dinero. ¡Que no se diga que no los tenéis bien educados! Desde luego, todos y cada uno de ellos saben apreciar muy bien el valor del dinero y lo que cuesta conseguirlo.

El domingo, por unanimidad, los chavales decidieron que querían pasar el día Dublín. Todos, menos Álvaro, que prefirió quedarse descansando en casa con la familia y su compañero italiano. Así que quedamos en nuestro meeting point habitual (la fuente del McDonald’s) y, desde ahí, marchamos juntos a la estación del DART a coger el tren.

Una vez llegamos a Dublín, tuvieron dos opciones. Les propuse venir a visitar la biblioteca del Trinity College conmigo (famosa por haber sido escenario de algunas escenas de Harry Potter y por ser una de las 10 bibliotecas más bellas del mundo), o irse directamente a deambular por el conocido Grafton Street, la calle comercial por excelencia de la capital irlandesa. Así que el grupo se dividió prácticamente en mitad y mitad.

Irish Dancing, Karaoke y una Coronación 4

Algunos aprovecharon el tiempo libre para dejar las “compras compromiso” ya hechas (ya sabéis, souvenirs y esas cosas), otros se dejaron llevar por una moderada vena consumista para comprarse alguna cosita más para sí mismos. Pero la mayoría se limitaron a visitar las tiendas para tenerlas localizadas y hacer sus compras la última semana de estancia.

Cuando volvimos a Bray en el DART, allá a las 16:00h más o menos, sus caras lo decían todo. Estaban totalmente exhaustos. Y es que, durante esta primera semana, ¡no han parado! Entre clases, actividades de tarde, nuestras quedadas después de cenar y las excursiones, apenas han tenido tiempo de descansar.

Aun así, después de cenar, hicieron un último esfuerzo para quedar en el McDonald’s para conocer a Carlos, el monitor que va a cuidar de ellos hasta que regresen. Y, aunque, lógicamente, al principio tenían un poquito de vergüenza, enseguida se vio que iban a conectar de maravilla con él.

El lunes por la tarde, les esperaba un día de deportes. Primero jugaron un partido de voleibol y, después, uno de fútbol en los que me dejaron gratamente sorprendida. Destacaron por su esfuerzo, su entusiasmo, su motivación… Hizo de los partidos una auténtica delicia para los que los vimos. Durante estos partidos, se añadía una regla extra a las habituales. Si decían una sola palabra en español, les sacaban una tarjeta amarilla y tenían que responder a una pregunta de cultura general para que siguiera el partido.

Irish Dancing, Karaoke y una Coronación 5

Y por fin llegó mi última tarde-noche con ellos. Una velada muy especial, llena de risas, de llantos, de abrazos, de besos, de cariño y, sobre todo, de mucha, mucha diversión. Bajo petición de mis adorados chavales, quedamos absolutamente todos para cenar juntos. Fuimos a una pizzería, encargamos la cena y nos dirigimos a la playa para disfrutarla todos juntos y que así se pudieran despedir de mí, que marchaba al día siguiente.

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Allí me tenían una sorpresa reservada. ¡Una preciosa diadema con palmeras, una banda y una varita mágica, con la que me coronaron su amada leader! Una vez coronada, pronuncié unas palabras ante las que no pude evitar romper a llorar y, conmigo, la mayoría de mis niñas. Es inexplicable el vínculo tan profundo que se ha creado entre nosotras en apenas unas semanas. Así que lloramos, nos abrazamos, nos besamos y nos agradecimos mutuamente la experiencia tan bella que hemos vivido en todos estos días juntos.

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Pero algunos os preguntaréis… ¿Por qué coronarme cuando ya me iba? Porque yo debía hacerle el traspaso de poderes a Carlos y coronarlo como nuevo Top Leader. Así que yo, Alexandra I de Bray, le ordené que se arrodillara ante su antecesora, usé mi varita mágica para nombrarlo monitor in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, le hice entrega de la carpeta del Poder Supremo, y le coloqué su preciosa corona, que no era otra cosa que una diadema rosa con cuernos y un precioso velo de novia blanco. Una vez coronado, pronunció unas palabras ante su amado pueblo, al que juró gobernar con firmeza y cariño.

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Para acabar la velada, como estábamos sentados en círculo, les pedí que describieran a la persona que tenían a su derecha para que Carlos oyese de sus propias bocas los tesoros tan grandes que se llevaba. Y la verdad es que las buenas palabras corrieron por doquier. Espero que eso les sirviera para darse cuenta del cariño que despiertan y de lo maravillosos que son todos.

Irish Dancing, Karaoke y una Coronación 9

Y, por si les quedaba alguna duda, les he dejado una sorpresa que les entregarán hoy, martes. Una carta de despedida escrita de mi puño y letra, en la que dedico un párrafo a cada uno, destacando lo que más me ha gustado de ellos.

En fin, mi aventura con ellos ya ha tocado a su fin y ahora les toca disfrutar del resto con Carlos. No me cabe duda de que se lo pasarán genial con él porque es un tío joven, dinámico, divertido y sensible que se preocupa un montón por ellos. Ya sólo me queda daros las gracias por la confianza que habéis depositado en mí y por los hijos tan absolutamente MARAVILLOSOS que habéis criado, de los que podéis estar inmensamente orgullosos. Todos son unos pedacicos de pan, aunque algunos tengan un puntito rebelde. Y todos se han ganado un huequito en mi corazón que conservarán para siempre.

¡Un abrazo a todos!

Alexandra M. Top

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Alexandra M. Top

Alexandra es la hija de Christine Top, fundadora de la empresa. Tiene más de 9 años de experiencia como monitora y le encanta serlo porque le permite sacar su lado más divertido y juvenil.

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