Soy Alejandra, de 16 años. Este verano me fui a Londres con Top School desde el 15 de Julio hasta el 4 de Agosto. Cuando llegué, había un chofer esperándome para llevarme a mi casa de acogida, que estaba a unos 45 minutos del aeropuerto. Mi familia era una mujer y sus dos hijos, que estuvieron siempre a mi disposición: me preparaban un almuerzo todos los días, se preocupaban de cómo había ido mi día, buscaban sitios para visitar que me pudiesen interesar, intentaban que me siéntese como en casa en cuanto a costumbres ya que sus horarios son diferentes y su forma de ser, también me dejaron cierta libertad en cuanto a salir los fines de semana.

Tenía varias formas de ir a la escuela. En un bus (25 mins) o andar 10 mins hasta el metro y cogerlo (2 paradas).
Curso de inglés y programa de actividades
Mi curso consistía en dar clase (el primer día me hicieron un examen Lara determinar mi nivel y asignarme a una clase) de 9.00 a 12.30, haciendo un descanso a las 10.30. Por las tardes tenía las clases de realia, que se basaban en excursiones. Visitamos sitios como el London Eye, el British Museum, el Wembley Stadium, etc.
Después de las excursiones, yo solía irme con un grupo de amigos a conocer más la cuidad, con permiso de la familia y con una hora de toque de queda.

Para mí ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, no solo por estar en una ciudad tan extraordinaria como es Londres la cual te cautiva con cada rincón, siempre hay algo nuevo que descubrir, si no porque he conocido personas de muchísimos países con distintas culturas y maneras de personas que he abierto mi mente, porque tenderemos a creer que el mundo consiste en nuestro colegio y nuestra ciudad, ignorando que hay millones de personas con su propia historia y no hay nada más bonito que complementarse como piezas de un puzzle que aunque no sean iguales, encajan entre sí. Londres ha sido, es y será ese amor de verano del que viviré siempre enamorada, sin duda, uno de mis lugares favoritos.



