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Curso de verano en Ottawa 2011

¡Hola a todos los padres y familiares de mis niños!

Alcanzada casi la mitad de la segunda semana, los niños ya parecen auténticos Ottawenses (sí, después de un duro proceso de investigación, descubrimos que ése es el gentilicio correcto). Manejan el transporte público como si hubiesen vivido aquí toda la vida y se han adaptado totalmente a horarios y comidas.

Debo decir que me siento muy orgullosa de ser la monitora de estos extraordinarios bichitos. Aparte de lo maravillosamente bien que se están portando, gracias a lo cual Martha (la directora del centro) siempre los usa como ejemplo ante otros grupos, hemos hecho una auténtica pequeña familia. Todos (incluso los más tímidos) se han soltado del todo y se comportan entre ellos como auténticos hermanos. No hay ni uno sólo de ellos que no esté disfrutando de cada uno de nuestros días.

Primera semana en Ottawa 1
Tal y como esperaba, el viaje fue largo y agotador, pero hasta eso supuso una ventaja. Incluso antes de pisar tierras canadienses todos mis niños habían hecho piña. Llegamos bastante tarde y obsesionados con encontrarnos con nuestra ansiada camita, pero felices de haber llegado y de encontrarnos a nuestras respectivas familias.

Con respecto a éstas, podemos decir que también hemos sido muy afortunados. Todos y cada uno de mis chavales han estado encantados con ellas desde el primerísimo día, lo que me ha dejado muy tranquila.
En cuanto a las clases, hemos tenido algunos cambios de nivel para algunos de los alumnos, que sentían que sus niveles eran un poco fáciles pero, a día de hoy, ya están todos muy contentos con las clases y, según me dicen, aprendiendo mucho de ellas.

Primera semana en Ottawa 2

La primera tarde tuvimos un paseo orientativo por la ciudad en el que los chavales localizaron los dos puntos que considerarían indispensables desde aquel día: el parque del Parlamento -lugar estatégico para tirarnos en el césped y hablar durante laaaargas horas- y el centro comercial “Rideau Centre”, donde prácticamente se pasan cada minuto que tenemos libre.

Al día siguiente, aunque teníamos planeado un paseo en barco, una torrencial lluvia canadiense nos sorprendió, así que nos fuimos a la bolera en su lugar. Debo decir que se lo pasaron mejor cambiando los nombrecitos de la pantalla para ponerse motecitos unos a otros que con el juego en sí. Pero lo importante es que pasaron un rato estupendo y nos reímos una barbaridad.
El miércoles  nos fuimos al museo de la guerra y, lejos de aburrirse, disfrutaron como enanos. Como imaginaréis, la historia de la guerra les importó más bien poco, pero las chicas disfrutaron como enanas disfrazándose y posando en cada rincón del museo, mientras que los chicos se deleitaron con los fantásticos tanques, coches, aviones y armamento que fueron encontrando a su paso.

Primera semana en Ottawa 3
El jueves volvimos a tener un día de calor sofocante, así que la actividad programada fue ideal: practicamos lo que ellos llaman “Dragon Boating”. Es como una especie de canoa gigante en la que todos nosotros tuvimos que remar, divididos en parejas. La verdad es que el ejercicio era algo más duro de lo que pensamos en un principio, pero lo pasamos bomba y, lo más importante, nadie acabó con agujetas.
Además, antes de eso, Martha tuvo el detalle de comprarme una tarta de cumpleaños y helado para todos, así que hicimos una pequeña fiesta en la que lo pasamos todos genial. Es una pena que yo no pudiese sacar fotos del momento, pero mis niños sí tienen y me han prometido que me las pasarán antes de irnos.

El viernes se puede decir que fue el día estrella, ya que fue la actividad que más disfrutaron. Hicimos carreras con karts y jugamos al minigolf. Como imaginaréis, los karts les encantaron, especialmente a nuestros competitivos chicos, pero hay que reconocer que las tremendas risas que nos pegamos en el mini-golf no tuvieron precio. ¡Descubrimos que tenemos candidatos a golfistas profesionales en el grupo! :D

Primera semana en Ottawa 4
El sábado tuvimos la excursión a Montreal y, como era de esperar, todos se volvieron locos con las compras. Los chavales estaban alucinados de encontrar tanta ropa de marca tan rebajada, así que no hubo ni uno que escapase a su vena consumista.
Como punto destacable, debo decir que, antes de eso, visitamos una catedral y todos estuvieron tan interesados que me sorprendieron muchísimo. Estas son las pequeñas cosas que me hacen sentir realmente afortunada como monitora. ¿Quién de las demás puede presumir de unos chicos tan cultos o, al menos, tan interesados en la cultura? Son todos unos verdaderos cielos.

Para acabar, el domingo tuvimos día libre. Muchos de los chavales prefirieron permanecer con las familias y hacer barbacoas y otras cosas pero, como es normal, no fue el caso de todos. Así que decidimos dedicar la mañana a dormir y la tarde a tirarnos en el parque del Parlamento y parlotear, como viene siendo costumbre. Creo que, hasta ahora, es precisamente ésa su actividad favorita.
Primera semana en Ottawa 5
Os contaría lo que hemos estado hasta este día de la semana, pero prefiero mantener el suspense hasta que acabe. ;P Sólo os diré que esta noche tenemos una pequeña “disco party” que están todos deseando, especialmente las chicas, para así tener la excusa para ponerse todas divinas de la muerte. :)

Para acabar, deciros una vez más lo orgullosa que me siento de mis niños y lo mucho que estamos disfrutando todos de la estancia. Cada día que pasa, la pequeña familia que hemos conformado se une un poco más, y eso hace que la calidad de nuestros días vaya aumentando también.

Os mandamos muchos besos todos desde aquí y ¡hasta el próximo artículo!

Pinche aquí para ver todas las fotos de Ottawa en grupo 2011

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