Greetings from Torquay!!!
Comenzaré por deciros que después de varios días con un tiempo bastante bueno, hoy hemos vuelto a la cruda realidad y la lluvia y el viento se han encargado de recordarnos donde estamos, “English weather”. Aún así, puesto que hoy era un día sin clases ni actividades nadie se ha quedado en casa y han salido de compras, a jugar al fútbol o simplemente a dar un paseo por el precioso puerto de Torquay, una forma estupenda de pasar el domingo.
A pesar de la lluvia de hoy, hasta ahora el sol ha brillado de vez en cuando y nos ha permitido disfrutar de forma especial de las actividades de estos últimos días, todas ellas al aire libre.
El viernes después de clase, recogimos nuestro “packed lunch” y nos pusimos en marcha hacia Cockington, una zona próxima a Torquay. Comimos sobre una pequeña colina con una vista preciosa del puerto y proseguimos nuestra marcha. A través de un bosque, llegamos al pueblo, donde pudimos ver diferentes talleres en los que artesanos de la zona estaban trabajando el cristal, el hierro o la madera, todo a mano, fue como volver al pasado. Después del paseo, nos tomamos un merecido descanso y disfrutamos de un “cream tea”, una taza de té con pasteles con nata y mermelada, deliciosos!!!
El sábado fue nuestra primera excursión de día completo, y aunque tuvimos que madrugar bastante, mereció la pena. Salimos del cole a las ocho de la mañana y después de dos horas de autocar, llegamos a la costa norte, a un pueblo pesquero llamado Boscastle, donde pudimos tomar algo caliente y prepararnos para la verdadera aventura del día; una larga caminata bordeando la costa hasta el pueblo medieval de Tintagel.
La belleza del paisaje nos dejo sin palabras, pero hay que decir que el paseo también, la pregunta del millón: ¿cuánto falta? Y es que estuvimos tres horas caminado, eso sí, como campeones, sin protestar y a la altura del resto del grupo.
Tintagel es el pueblo en el que se desarrolla la famosa leyenda del Rey Arturo, así que en cuanto llegamos allí fue como formar parte de la historia. Las ruinas de su castillo, la cueva en donde supuestamente vivió el mago Merlín o el puente en donde Arturo libró su última batalla, forman parte del encanto de este pueblo, y nosotros pudimos disfrutar de todo ello.
Volvimos a casa tarde y cansados, pero satisfechos después de un día duro.
Tenemos otra semana por delante que os seguiré contando en la próxima entrada.
Un saludo para todos.




