Queridas familias, amigos y amigas:
Ya llevamos unos días en Toronto y nos gustaría compartir con vosotros esta experiencia mediante este blog.
A nuestra llegada a Pearson Airport nos esperaban nuestros chóferes Julie y Humberto, quienes también nos acompañarán esta semana de camping y nos llevarán a Niágara. Ellos fueron los encargados de llevarnos a la residencia a algunos y a otros a las casas con nuestros anfitriones canadienses. Tras unas pocas horas para descansarnos y situarnos un poco, enseguida pusimos rumbo a Dundas Square, una plaza inspirada en la neoyorquina Times Square y en la que se encuentra en CF Eaton Centre, nuestro centro comercial de referencia en el que tenemos metro, wifi gratis y cientos de tiendas y restaurantes. Tras intercambiar impresiones y compartir una cena juntos volvimos con nuestras familias y a la residencia para pasar nuestra primera noche en Canadá.
Sábado fue un día muy caluroso -en realidad aquí en verano hace calor como en el sur de España, solo que más húmedo- pero aún así decidimos enfrenarlo y aprovechar nuestro tiempo al máximo. Primero nos reunimos en Queen’s Park, una preciosa zona verde situada en el centro de la ciudad, donde jugamos a algunos juegos para romper el hielo. De ahí nos dirigimos a Yorkville, un barrio muy lujoso donde comimos y pudimos ver coches de lujo y boutiques como Louis Vuitton o la famosa Tiffany’s, pero no compramos nada porque no llevábamos suelto. Tal vez otro día. Yorkville acoge por estas fechas un festival de jazz en la calle y el barrio rebosa vida y alegría, así que nos quedamos un rato en una bonita plaza en la calle Bellair, donde encontramos unos cómodos sofás, wifi, cargadores y música en directo.
El domingo era el Canada Day, que se celebra con desfiles y festivales, y algunos decidimos aprovechar que los canadienses son generosos para ir a comer perritos y patatas gratis en North York, otro barrio muy salao. El resto, víctimas del calor, nos fuimos a refrescarnos a una de las playas junto al lago Ontario: Woodbine Beach. En ambos sitios el ambiente festivo y la amabilidad canadiense nos acogieron y nos hicieron sentir parte de la celebración. Más tarde nos reunimos todos en la salita común de la Residencia para cantar “Cumpleaños Feliz” a nuestra compañera Lucía y compartir lo más canadiense que pudimos encontrar: unos deliciosos donuts de Tim Horton’s.
Lunes también era festivo, pero el deber es lo primero, así que fuimos todos juntos a ver el lugar donde haremos las clases porque no queremos que nadie llegue tarde el primer día o se pierda. Pero también hay que disfrutar de esta experiencia, por lo que pusimos rumbo a otro parque, esta vez High Park, donde algunos nos sentamos a descansar y disfrutar de la sombra y las vistas mientras otros nos aventuramos a caminar por un sendero junto a un estanque en el que vimos cisnes, patos y hasta un martinete. Alguien quiso ver un koala, pero o se fue muy rápido o no estaba 😉
Martes hemos empezado la faena y ahora la cosa se pone seria. Hasta el momento han sido unas vacaciones por la ciudad, pero a partir de ahora solo podemos hablar en inglés. Pero somos un grupo estupendo, no hay reto que se nos resista.
Después de una charla de orientación hemos hecho un examen de nivel que nos ayudará a ser ubicados en la clase adecuada y más tarde hemos realizado nuestra primera actividad en grupo. Estamos en un programa de inmersión que se llama Young Leaders en el que compartimos clases y actividades con gente de varias nacionalidades. Nuestra primera actividad ha sido un tour por algunos de los edificios más emblemáticos de Toronto: el ayuntamiento (Town Hall) que es donde nos veis posando en las letras de la ciudad, Osgoode Hall, un antiguo juzgado en el que a día de hoy se siguen celebrando juicios y que alberga la biblioteca de derecho más prestigiosa de Ontario, y el Harbourfront, que es la zona portuaria cerca de el complejo en el que se encuentran la famosa CN Tower y el Roger’s Stadium. En esta actividad, y en muchas otras nos acompaña, además de nuestra monitora, el activity leader del programa, un torontonian que se llama Ryan y quien además de datos culturales e históricos nos da información muy útil sobre dónde encotrar las mejores cookies de la ciudad o cómo llegar de un sitio a otro sin que nos atropellen los ciclistas ni los tranvías.
Eso es todo por el momento. Mañana recibiremos nuestras notas, el horario y los libros de clase.
Esperamos que os gusten nuestras fotos y os invitamos a seguir nuestras aventuras por esta ciudad tan abierta, cosmopolita y acogedora.
Noelia Sánchez (Monitora)




