
Undécimo día, jueves 26 de julio
Esta mañana ha venido Blanca Nieves a despertarnos. Como no tuvo el éxito que esperaba, al final fue un pollo el que acabó de despertarl@s a tod@s. Después de desayunar y de asearnos, hemos ido a clase. Los grupos de Paulo y Dustin estaban muy alterados ultimando los detalles para esta noche ya que les toca representar sus obras de teatro.
Tras las 3 horas de clase, hemos ido a comer ensalada, espaguetis con atún, croquetas, empanadillas y sandía.
Después de comer, lavarnos los dientes y relajarnos un ratito, hemos ido a hacer una especie de guerra de agua jugando a Los Escuderos de la Reina. Hemos dividido a l@s alumn@s en 4 grupos en función a su estatura. De cada grupo se escogía a un@ nin@ que sería la reina. Tres de los grupos se colocarían en fila creando un pasillo por el que uno de los grupos debía pasar haciendo un círculo con su cuerpo para proteger a la reina que se encuentra en el interior de círculo mientras que el resto de los grupos, colocados en hilera, debían intentar mojar a la reina. El grupo cuya reina estuviera menos mojada una vez finalizado el recorrido, sería el ganador. En este caso fue el grupo de l@s mayores el que ganó.
Una vez que han acabado el juego, han ido a merendar y después a la piscina. Tras el capuzón de la piscina se han ido a llamar a casa un@s y a la ducha otr@s.
Cuando ya estaban duchados y arreglados han ido a cenar arroz tres delicias, filete de jamón empanado y fruta.
L@s alumn@s de Dustin y Paulo han cenado muy rápido y se han ido a preparar los maquillajes y el escenario para sus obras de teatro. Las dos han sido divertidísimas. Tanto los alumnos como los profesores nos hemos reído mucho con el argumento de las obras de teatro y con las puestas en escena
Puesto que acabamos pronto con las representaciones y l@s chaval@s tenían ganas de fiesta, nos subimos a la sala de usos múltiples que convertimos en discoteca. Tanto l@s mayores como l@s más peques, e incluso los profesores, acabamos sudando de tanto baile. De hecho, un grupo de chicos se subió a la tarima y nos sorprendió con el baile del videoclip de la canción “I’m sexy and I know it”; nos reímos a carcajadas con ellos.
Sobre las 23:30 apagamos la música y nos fuimos a dormir.
Duodécimo día, viernes 27 de julio
¡¡¡Vamos a Terra Mítica!!!
Hoy l@s chic@s se han levantado puntualísimos porque tocaba excursión. Después de desayunar y de lavarnos los dientes nos hemos puesto rumbo a Benidorm.
Cuando hemos llegado nos hemos repartido en varios grupos: l@s menores de 11 años iban acompañados de los profes y de los monitores, y l@s mayores iban en grupos de 5 ó 6.
¡Nos lo hemos pasado genial! Cada uno, en función al miedo a las alturas y a los meneos de las atracciones hemos montado en lo que nuestro cuerpo nos permitía. L@s más valientes han montado en todas las atracciones. L@s menos valientes nos hemos montado en las atracciones permitidas para niños.
A las 14h. hemos parado a comer: un bocata de jamón serrano, otro de lomo adobado, nectarina y un botellín de agua. Cuando acabamos de comer volvimos a entrar al parque de atracciones para disfrutar de las atracciones de agua antes de que fuera demasiado tarde para montar en el autobús.
A las 18h. salimos a merendar galletas y zumo, y sobre las 18:45 montábamos en el autobús de vuelta.
En cuanto hemos llegado al campamento nos hemos ido a las duchas y a cenar ensaladilla rusa, magra a la jardinera y melón.
Una vez que hemos acabado de cenar y de lavarnos los dientes hemos ido a la parte de arriba del campamento a realizar el fuego del campamento. L@s chic@s, divididos en los 4 grupos de clase, han escenificado las historias de miedo que había creado en clase el día anterior. Cada una de ellas tenía su toque de humor y misterio. El grupo de Paul se organizó perfectamente para asustarnos. Aunque yo ya sabía que había sorpresa al final, Lorena consiguió levantarme del sitio del susto que me dio.
Cuando acabamos con las historias de miedo, volvimos al porche, con un gran olor a hoguera (debido al fuego), esta vez para realizar el juego del cartero. L@s chic@s se escribían notas anónimas de agradecimiento un@s a otr@s. A nivel personal debo agradecer la recibida firmada por Anónimos, y la redactada por Elena, Ana, Laura y Arancha. También agradecer al/la anónimo/a que daba las gracias a Top School, a los monitores y a los profes por hacer de éste el mejor campamento de su vida. Por supuesto, tengo que agradecer a tod@s y cada un@ de l@s chic@s las notas que escribieron a sus compañer@s ya que hicieron de ésta una velada y una noche inolvidable, además de hacer sentir especiales a sus amig@s de campamento.
Cuando leímos todas las cartas y algún@ que otr@ soltamos una lagrimilla, nos fuimos a la cama.
Décimo tercer día, sábado 28 de julio
Después de levantarnos y de desayunar nos hemos ido a clase. Ya se notan los nervios de los últimos días. L@s chic@s ya empiezan a estar tristes porque esto se acaba…
Cuando hemos acabado las tres horas de clase, algun@s alumn@s han ido a cobrar el banco y después a comer crema de calabacín, jamoncitos en salsa con patatas fritas y sandía.
Después de descansar un ratito nos hemos ido a realizar las manualidades que venderemos esta noche en el Mercadillo Medieval: agendas personalizadas y pan.
Tod@s l@s alumn@s han hecho una agendas muy bonitas. Algunas más personales que otras, pero todas muy originales. Cuando han acabado con las agendas, y después de merendar, hemos ido a hacer pan. Cada uno de nosotros ha realizado un panecillo con la forma que más nos gustaba o, simplemente, con la forma que nos ha sido posible darle al pan; parece algo sencillo pero no lo es para nada. Aunque algun@s peques han hecho verdaderas virguerías con la masa del pan. ¡Enhorabuena Sergio por su súper cocodrilo!
Puesto que se nos ha echado la hora encima, no hemos tenido tiempo de ir a la piscina, por lo que directamente nos fuimos a la ducha y a cenar pizza, perrito completo con ensalada de maíz, tomate y atún, y yogurt.
Después de la cena y de lavarnos los dientes, subimos al porche del campamento a realizar las actividades de nuestra Noche Medieval. Teníamos cuentacuentos, lectura de manos y mercadillo. Les gustó mucho el cuentacuentos y se rieron muchísimo con la lectura de manos. Una vez que los dos grupos realizaron estas dos actividades, bajamos al mercadillo. Llevábamos unos billetes de papel con los que comprar aquello que quisiéramos. Teníamos pins con nuestros nombres, que habían hecho los monitores, las agendas y los panecillos que habíamos hecho esa misma tarde.
En cuanto dejamos el mercadillo vacío, nos fuimos a dormir.
Décimo cuarto día, domingo 29 de julio
Esta mañana nos hemos levantado con los nervios a flor de piel: hoy es, prácticamente, nuestro último día.
Después de desayunar y de asearnos hemos ido a clase. Los grupos de Paul y de Dustin han hecho una gymcana que les ha tenido más de 10 minutos corriendo por todo el campamento buscando las pistas para recibir el premio. Se lo pasaron de maravilla.
Cuando hemos acabado las clases, l@s chic@s han ido a cobrar el dinero que les quedaba en el banco y a comer. Hoy había paella de pollo y verduras (que estaba que quitaba el sentido de lo buena que estaba), entremeses variados y sandía.
Después de comer, durante la hora de descanso, l@s alumn@s han ido un@ por un@ apuntando los teléfonos, las direcciones, los correos electrónicos, los facebooks, los twitters, etc., es decir, todo lo necesario de tod@s y cada un@ de l@s chic@s del campamento para poder mantener el contacto una vez que se separen.
A las 16h. el grupo de l@s peques se fue a realizar el tiro con arco, actividad que l@s mayores ya había realizado el martes 24. L@s mayores quisieron ayudar a los monitores a decorar el salón para la fiesta de despedida. Cuando acabaron con el tiro con arco, los mayores dejaron la decoración y de tod@s los lumn@s, un@s se fueron jugar un campeonato de fútbol y otros a pasear por la granja visitando los animales. Cuando terminaron el fútbol, tod@s l@s chic@s se fueron a la piscina durante un largo rato para despedirse de ella.
Sobre las 19:30 se fueron a las duchas para ponerse guapísimos para esta noche. Ya afloraban los primeros gestos de tristeza porque el campamento llegaba a su fin.
Tod@s l@s alumn@s quedaron sorprendidos al ver la decoración tanto del salón como de la pista de baile. Sinceramente, todo quedó precioso: manteles, vasos y servilletas a juego, velas, flores con olor, globos de colores, luces, una alfombra roja…, como en una película.
Después de cenar sopa de estrellas, hamburguesa (más que) completa con patatas fritas y copa de chocolate, nos dirigimos a la entrega de bandas y diplomas.
Tod@s y cada un@s de l@s chic@s recibió su correspondiente diploma y una banda en la que se especificaba la cualidad más característica, según sus propi@s compañer@s, de cada un@ de ell@s como: el/la más trabajador/a, el/la que más ha mejorado, el/la más divertido/a, el/la más feliz, el/la más sabio, etc.
Después de la entrega de bandas empezó la fiesta con música, baile y refrescos. Cuando llegó la hora de despedirse, los monitores pusieron canciones de despedida y las lágrimas comenzaron a aflorar. Si mi memoria no me engaña, la pequeña Elisa fue la única que no lloró esforzándose en repetir una y otra vez: “No voy a llorar, no voy a llorar”. No pude evitar que me saltara alguna que otra lágrima al verlos a tod@s llorar como si les arrancaran algo de dentro. Un año más comprobé que estas dos semanas junt@s establecen unos vínculos afectivos muy fuertes entre l@s chic@s.
Cuando acabó la fiesta, algun@s fueron a dormir y otros se quedaron charlando y despidiéndose hasta la 1 de la madrugada más o menos.
Esta noche sí que fue complicado que se acostaran a dormir, pero, al final, el cansancio invadió a l@s alumn@s.
Último día, lunes 30 de julio
Hoy nos hemos levantado con la sorpresa de que la mayoría de l@s chic@s se ha despertado con la cara y los brazos completamente pintadas. Un grupo de alumno@s se dedicó anoche a pintar a sus compañer@s. También hubo alguna especie de venganza hacia un niño en concreto por lo ocurrido la noche del miércoles 18, ¿verdad chicos mayores? Después de que tod@s los afectad@s pasaran por la lavadora, hemos ido a desayunar.
El resto imagino que ya sabéis cómo fue. Uno por uno fueron llegando los padres hasta que el campamento se quedo completamente vacío.
Sentí una extraña sensación cuando volví a entrar y no vi a ningún@ de vosotr@s.
De parte de los profes debo daros las gracias por haber sido un@s estudiantes muy aplicad@s, inteligentes y trabajador@s. Como bien os dijo Dustin durante la ceremonia de despedida, para ellos ha sido un verdadero placer daros clase, ya que han disfrutado mucho con vosotr@s. Desde mi punto de visto, gracias a tod@s l@s que se quieran sentir aludidos por haber hecho de este campamento un campamento especial y gracias, también, a tod@s y cada un@ de vosotr@s por haber sido muy buenos alumn@s y no haber hecho nada malo fuera de lo que suponen las trastadas de niñ@s y de adolescentes.
A modo de despedida me encantaría destacar aquello que escribieron en una nota que guardé la noche del cartero y que sigo sin saber de quién es. A est@ anónim@, gracias por estas palabras:
Para los profesores de Top School,
todos los monitores y Libertad:
Me lo he pasado muy bien con
vosotros. He aprendido mucho
y os voy a echar mucho de menos.
¡¡¡HASTA PRONTO CHIC@S!!!



